El drama de los Placekickers en la NFL

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Por Luis Obregón

 

1st down. Un jugador clave

Normalmente, cuando pensamos en un jugador de la NFL nos viene a la mente la imagen de un tipo grande, fuerte, ágil y rápido, sin embargo ese estereotipo no concuerda cuando vemos a un jugador que está activo en el campo cuando mucho un par de minutos por partido; hablo de un placekicker.

 

Si nos ponemos a analizar uno por uno a los jugadores de esta posición de cada uno de los equipos, nos daremos cuenta de que son personas con estatura y peso promedio y que ni siquiera equipados imponen respeto –en mi opinión un factor importante lo juega la ridiculez de casco y hombreras que usan y el muy pobre diseño de la barra que cubre su rostro–.

 

Jugar como placekicker en ocasiones incluye hacer patadas de despeje y de kickoff, pero esos no son temas que abordaremos ahora. Se trata de una posición de alta especialización en el juego, lo único que hacen estas personas durante toda la semana de entrenamiento es patear, desde distintas distancias, colocaciones del balón y otras circunstancias. Me queda claro que no es sencillo, por mucho que lo parezca, el patear un balón por encima de un poste horizontal y entre dos verticales, quien se haya parado alguna vez en un campo de juego profesional me dará la razón, pero para eso se les paga y es lo único que hacen.

 

El peso que tienen en el equipo es muy grande, ya que un placekicker puede ser el jugador que lleve al equipo a la gloria o al fracaso, esa es una realidad que los equipos tienen que enfrentar, por lo que deben asegurarse de contar con uno bueno.

 

2nd down. ¿Qué pasó esta temporada?

Esta temporada regular fuimos testigos de algunas historias llenas de drama que involucraron a placekickers alrededor de la liga.

 

En los últimos ocho años, el porcentaje de field goals acertados se había superado consistentemente, pero eso cambió en esta temporada en la que hubo un total de 81.3% de efectividad, es un número respetable sí, pero con la mejora de las condiciones de entrenamiento, superficies de juego, tipo de balones utilizados y la cantidad de estadios techados es para que el numero fuera superior.

 

En alguna ocasión durante la temporada regular, Rich Eisen de NFL Network usó en su Twitter la expresión “Holly Nick Folk, Batman” e ilustró perfectamente la historia de los placekickers en esta temporada.

 

Después de haber tenido un excelente inicio de carrera en el cual incluso rompió el récord de los Cowboys de más puntos anotados en una sola temporada por un placekicer con 131, la tercera temporada de Nick Folk fue una pesadilla para el ex Cowboy. Falló 10 intentos y consiguió un paupérrimo récord de 18 de 28, lo que lo colocó como el segundo peor de la liga en fallos sólo detrás de Kris Brown de los Texans que falló 11. Finalmente el 21 de diciembre los Cowboys prescindieron de sus servicios, sólo para meterse en otro predicamento llamado Shaun Suisham.

 

Suisham es todo un caso en sí mismo. Inició su carrera con los Steelers quienes lo cortaron al inicio de la temporada 2005 tras lo cual llegó a los Cowboys en donde permaneció hasta octubre de 2006 cuando fue despedido por su inconstancia.

 

En noviembre del mismo año, los Redskins lo contratan y pareció encontrar su sitio hasta que fue cortado una vez más, en marzo de 2009 regresó al equipo y tuvo una temporada decente hasta que falló un intento de 23 yardas (casi un punto extra) para sellar la victoria contra los invictos Saints, lo que una vez más le cuesta el trabajo.

 

En los siguientes días los Cowboys, desesperados por encontrar un placekicker que los sacara de la crisis en la que se encontraban, lo recontratan habiendo otras opciones viables en el mercado como Jason Elam, quien también tuvo su propia historia de inconstancia y fracaso esta temporada con los Falcons.

 

3rd down. La historia en playoffs

La postemporada magnifica los aciertos y los errores de los equipos, sobre todo cuando se trata de cosas que en temporada regular parecen automáticas, caso concreto: los field goals.

 

En esta etapa cuando un placekicker entra al campo, el factor mental juega un papel muy importante, de hecho más importante que el factor físico, no importa que el jugador haya probado que puede concretar un intento de más de 50 yardas, lo que importa es si tiene los nervios de acero que se requieren.

 

Si piensan que los quarterbacks se sienten presionados en un partido de este tipo, imaginen ahora que toda esa presión se concentre sólo en los segundos previos a patear el field goal.

 

De los ocho partidos que hemos visto esta postemporada, cuatro pudieron haber sido distintos si los placekickers hubieran hecho bien su trabajo; hablo de Jets @ Bengals, Green Bay @ Arizona, Cowboys @ Vikings y Jets @ San Diego.

 

En la semana de wildcard Shayne Graham de los Bengals falló dos intentos a corta distancia y evitó que su equipo se pusiera dentro del partido, mientras que Neil Rackers de Arizona, el mejor de la temporada regular con una marca de 16 de 17, mandó a tiempo extra y puso en riesgo la victoria de su equipo fallando en el último minuto un intento de cerca de 30 yardas.

 

El fin de semana pasado, en la ronda divisional, Suisham hizo las delicias de los fanáticos de los Vikings fallando 2 de sus tres intentos, mientras que la cereza en el pastel la puso Nate Kaeding de los Chargers, otra de las supuestas garantías que llevaba 32 aciertos de 35, quien falló sus tres intentos; 9 puntos que volaron en un partido que su equipo perdió por 3.

 

El porcentaje de aciertos hasta ahora entre todos los equipos de postemporada es de 57.7%, cuando la temporada pasada sólo hubo seis fallos en playoffs; un 87.1% de efectividad.

 

4th down & out.

Definitivamente estaríamos hablando de una temporada distinta si los placekickers hubieran hecho su trabajo correctamente. Ahora nos falta ver qué es lo que harán los cuatro que siguen con vida.

 

El que debe estar más asustado es Matt Stover de Indianapolis que, además de tener la sombra de Vinatieri tras de sí, se enfrentará a los Jets, equipo contra el que sus rivales están 0 de 5 en intentos de field goal.

 

Finalmente sólo puedo decir que me incomoda en sobremanera que los equipos tengan que depender tanto de una persona cuyas aptitudes atléticas son tan pobres en comparación con las del resto de los integrantes del equipo, en alguien que entra al campo usando su anillo de matrimonio o tenis distintos entre sí, pero supongo que es parte de la magia de este deporte que nos apasiona tanto.

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