Análisis previo a la temporada 2013 – Dallas Cowboys
Por Luis Obregón
Todo lo que suene a Dallas Cowboys atrae opiniones; puntos de vista a veces muy bien sustentados y muchas otras sólo basadas en amor/odio desmedido. En las siguientes líneas haré mi mejor intento por retratar la forma en la que el equipo se perfila hacia la temporada 2013 con más análisis de opinión personal.
En 2013 los Cowboys entrarán a la temporada con un nuevo ambiente al interior de la organización. No sobra recordar que los últimos dos años el equipo se quedó en la línea para entrar a postemporada perdiendo en la última semana de la temporada regular contra un rival divisional y obteniendo un mediocre récord de 8-8.
Las primeras declaraciones de Jerry Jones al inicio de este offseason fueron para remarcar que éste periodo sería, de acuerdo a sus palabras, “incómodo” y lo fue para muchos, todo con su característico protagonismo, sobrada intensidad y habida hambre por ganar ahora.
En términos de Agencia Libre, el equipo estuvo atado de manos para hacer contrataciones debido a la sanción que le impuso la liga hace dos años de 5 millones de dólares contra el tope salarial para este año, por lo que lo que tuvieron que hacer fue reestructurar contratos de veteranos y cortar jugadores.
Coaching
Esta fue una de las áreas en las que mayores cambios se suscitaron. El primero en ser removido de su puesto fue el Coordinador Defensivo Rob Ryan, debido a su incapacidad de llevar a su defensiva (muchos dirán que gracias a las lesiones), a dar el siguiente paso y convertirla en una de élite.
El hueco fue llenado por Monte Kiffin, un coach con vasta experiencia y cuyo sello particular es el esquema llamado “Tampa 2”. Con él llegaron otros coaches que han sido parte de su equipo de trabajo en el pasado, como son Rod Marinelli quien estará a cargo de la línea defensiva y Rich Bisaccia, quien estará a cargo de los equipos especiales.
De lado de la ofensiva, Skip Peete, el que había sido coach de corredores hasta el año pasado, fue reemplazado por Gary Brown. Bajo el mando de Peete, se marcó un récord negativo teniendo la peor temporada de la historia de la franquicia en producción en el juego terrestre, por lo que la llegada de Brown deberá pagar dividendos por lo menos con respecto al año anterior.
El puesto de Coordinador Ofensivo también tuvo una reestructura, por ponerlo de una forma suave, Jason Garrett había desempeñado el puesto desde 2007 y cuando fue nombrado Head Coach mantuvo el cargo, sin embargo, cada vez era más evidente que las responsabilidades lo rebasaban. Ante eso la decisión que se tomó, y que además causó un gran revuelo en la prensa, fue que Bill Callahan, quien hasta el año pasado sólo era coach de línea ofensiva, ser hará cargo del play calling del equipo durante los partidos, permitiéndole a Garrett concentrarse en ser Head Coach y tomar decisiones con mayor libertad durante los partidos.
Algo importante a resaltar es el hecho de que Callahan ya no estará en la línea lateral del campo, sino que estará en lo alto del palco de coacheo, lo que le da de inmediato la vista llamada “all 22”, es decir que puede ver a los 22 jugadores de un solo golpe de vista, esto le permitirá hacer los ajustes necesarios.
Finalmente, la llegada de Derek Dooley como coach de receptores marca una reunión con Jason Garrett, ya que los dos formaron parte del staff de los Miami Dolphins en 2005 y 2006. Esta temporada en sus manos gran talento y se espera que el ataque aéreo florezca.
Todo este reacomodo en el staff hace que el equipo tenga un nuevo enfoque, además de poner a especular a muchos sobre las posibilidades de continuidad de Jason Garrett al frente del equipo, todo esto emanado de un par de factores; el primero es el hecho de que Jerry Jones haya declarado que la organización está comprometida con él (lo cual no sería necesario decir si así fuera) y a esto le agregamos la cantidad de experiencia de los coaches que lo rodean. Si en algún momento el equipo rompiera con Garrett, podría tomar a alguno de ellos como nuevo Head Coach o incluso podría sacar de la cabina de transmisiones del Monday Nigh Football a John Gruden, quien trabajó con muchos de los hoy involucrados en Dallas en sus épocas de gloria en Tampa Bay.
Ofensiva
Adiciones clave.
Sus adiciones clave responden completamente a sus selecciones en el Draft, específicamente la de primera, segunda, tercera y quinta ronda; que se vieron traducidos, respectivamente en Travis Frederik (C), Gavin Escobar (TE), Terrance Williams (WR) y Joseph Randle (RB).
Bajas/lesiones clave.
Lawrence Vikers (FB) y Nate Livings (G). Al implementar un sistema de múltiples tight ends los Cowboys decidieron prescindir de los servicios de un full back. En lo que a Livings se refiere, este jugador continúa con una racha de lesiones que se remonta a la temporada pasada cuando fue contratado en la Agencia Libre y que continúa hasta la fecha.
En términos generales el ataque de los Cowboys luce bastante bien con Tony Romo que tiene nuevo contrato con mayor responsabilidad en la planeación de los partidos e incluso con la autoridad para llamar sus propias jugadas en las situaciones de ofensiva sin reunión. A esto hay que sumar un juego aéreo con buenos play makers como Dez Bryant, Miles Austin y Jason Witten.
El juego terrestre, por su parte dejó muchísimo que desear el año pasado y en parte se debió a que DeMarco Murray estuvo lesionado y ninguno de los suplentes pudo compensar su ausencia, además de que el hecho de que los Cowboys estuvieron abajo en el marcador en prácticamente todos los partidos, dificultaba correr el balón.
Este año, el equipo cargará con cuatro corredores que han lucido bien en el training camp y en los partidos de pretemporada. Lance Dunbar ha demostrado ser el perfecto cambio de ritmo que Murray necesita, tiene gran habilidad para atrapar el balón en las zonas cortas y generar yardas después de la atrapada, mientras que Phillip Tanner y Joseph Randle simplemente hacen muy difícil la decisión de dejarlos en libertad.
Además, para esta temporada la línea ofensiva ha abandonado el sistema de bloqueo personal y está poniendo en práctica uno por zona, lo que simplifica las cosas tanto para los bloqueadores como para los corredores, quienes tienen que hacer un solo corte.
Punto fuerte.
El ataque aéreo, si las piezas se acomodan, pueden terminar entre los cinco mejores de la liga.
Punto débil.
El centro de la línea ofensiva, jugadores como Ronald Leary, Makensy Bernardeau e incluso Doug Free, quien originalmente es el takle derecho titular, han visto tiempo en la posición y no parecen ser la respuesta que el equipo necesita.
Defensiva
Adiciones clave.
Entre las muy pocas contrataciones que trajo la Agencia Libre están Will Allen (S) y Justin Durant (LB) y ambos tienen posibilidades de ser titulares en el equipo en sus respectivas posiciones.
Vía draft obtuvieron adiciones que prometen entregar resultados a corto y mediano plazo; en tercera ronda seleccionaron a JJ Wilcox (S), en cuarta ronda a BW Web (CB) y en sexta ronda a DeVonte Holloman (LB).
Bajas/lesiones clave.
Gerald Sensebaugh (S) y Dan Connor (LB). Ambos jugadores fallaron en su intento por provocar un impacto positivo en la defensiva, por lo que su salida del equipo no resulta tan importante.
En cuanto a lesiones, la situación no pinta muy bien para el equipo ya que jugadores como Tyron Crawford, Anthony Spencer y Jay Ratliff están sufriendo. De entrada Crawford estará fuera todo el año en una temporada en la que se esperaba que fuera parte importante de la rotación y eventualmente se convirtiera en el reemplazo natural de Spencer, quien está jugando con etiqueta de jugador franquicia.
Spencer se ha perdido prácticamente de toda la pretemporada con lesión en la rodilla y es incierto si estará listo para la semana 1 de la temporada, mientras que Ratliff ya fue colocado en la lista PUP, lo que implica que estará fuera por lo menos 6 semanas.
Esta es la parte que más intriga del equipo. Los Cowboys tuvieron una temporada terrible el año pasado de este lado del balón. Muchos sostienen que la cantidad de lesiones que sufrieron fue demasiado grande y puede que tengan razón, desafortunadamente eso no les interesó a los rivales y le pasaron por encima en repetidas ocasiones a una defensiva que de por sí, desde hace por lo menos un par de años no podía hacer nada extraordinario.
En esta ocasión las cosas pretenden volver a los fundamentos básicos. Monte Kiffin ha dicho en repetidas ocasiones que la base del éxito de su esquema defensivo es que los jugadores tengan una técnica impecable y que conozcan a la perfección no sólo la asignación que les toca cumplir, sino también la de sus otros 11 compañeros.
La filosofía de este esquema está basada en generar presión al QB con los cuatro frontales concediendo las zonas cortas y teniendo siempre el balón frente a ellos. Algunos catalogan esta defensiva como “tibia” ya que permite demasiadas libertades a la ofensiva rival entregándole el control del centro del campo y poniendo todas sus esperanzas en evitar jugadas grandes.
Lo cierto es que Kiffin y Marinelli han puesto mucho énfasis durante los entrenamientos en generar entregas de balón y lo que hemos visto en pretemporada, parece reflejar justo esto, sobre todo cuando la defensiva está encerrada dentro de su propia yarda 20 y el campo se reduce considerablemente.
DeMarcus Ware y Anthony Spencer se transformarán de outside linebackers a defensive ends, lo que implica que ahora estarán en tres puntos y sus responsabilidades en cobertura de pase se dejarán de existir. Esto parece ser benéfico para ambos, ya que son especialistas en el tema y lo que menos quieres como equipo es que tu mejor pass rusher esté a 15 yardas del QB contrario cubriendo a un corredor en el escape.
El interior de la línea defensiva, a pesar de las lesiones ya mencionadas, luce bien a secas con un Jason Hatcher que cumple muy bien y con elementos intercambiables como Nick Haden y Ben Bass han hecho que no se extrañe tanto a Ratliff.
Los linebackers son un grupo que luce de lo más interesante, los dos principales, Sean Lee y Bruce Carter vienen de lesiones que cortaron su temporada el año pasado, sin embargo la expectativa con ellos es bastante alta, ambos son realmente atléticos, fuertes y con los instintos necesarios que un linebacker debe tener. Incluso ha habido algunos atrevidos que han mencionado la posibilidad de que Bruce Carter pudiera convertirse en el nuevo Derrik Brooks, ya que Carter ahora jugará en la posición de Brooks y sus características físicas y de juego son bastante similares, comenzando por su gran velocidad para correr entre líneas laterales.
El complemento para estos dos jugadores será un veterano, ya sea Justin Durant o Ernie Sims, lo cual no luce del todo mal para el equipo.
Por años la defensiva secundaria ha sido el gran talón de Aquiles del equipo. Para este año los corners parecen estar en posición para dar un paso al frente, tanto Morris Claiborne como Brandon Carr entran a su segundo año en el equipo, aunque en un sistema distinto. Ambos han demostrado talento y pueden florecer en el esquema de Kiffin.
En las zonas profundas las incógnitas son mucho mayores, ya que entre los candidatos para ser titulares sólo encontramos nombres que levantan más preguntas que respuestas. Barry Church estuvo fuera con una lesión toda la temporada pasada al igual que Matt Johnson, por lo que el novato Wilcox y el veterano Allen están en la mezcla para determinar quiénes serán los que encabecen la posición.
Punto fuerte.
Tienen que ser los linebackers, este grupo está listo para comenzar a entrar a la discusión de los mejores grupos de la liga, en el momento en el que se asiente el tercer elemento serán de elite.
Punto débil.
Los safetys, no hay cambio con respecto a los años anteriores. Cualquiera de los que entren al campo tiene mucho que probar.
Equipos especiales.
Dwayne Harris mostró el año pasado una muy buena capacidad para generar jugadas importantes en regresos de despeje, por lo que se espera que este año continúe en esa tónica y agregue ese elemento al regreso de kickoff. Desafortunadamente en pretemporada ha mostrado algunos problemas para fildear el balón.
Como reemplazo, si hiciera falta, el novato BW Webb tiene buenos elementos para hacerse cargo de los despejes complementado por el otro novato Joseph Rendle.
Dan Bailey, el pateador, tuvo una muy buena temporada el año pasado fallando sólo dos de sus intentos, ambos de más de 50 yardas, por lo que no debe haber mayor problema.
Su pateador de despeje, Chris Jones vuelve de lesión y está demostrando que puede ayudar a la defensiva dándoles campos largos por defender.
Los problemas demostrados por el equipo hasta el momento en la pretemporada pueden orillarlos a quedarse con jugadores que no aportarán en otro ámbito más que en coberturas de equipos especiales.
Conclusión y proyección
Es un año en el que se tienen altas expectativas para los Dallas Cowboys (cuándo no), incluso el equipo es visto como favorito por varios expertos para llevarse la división y llegar a playoffs; con el panorama como se presenta en la NFC, esa es la única manera de asegurar un lugar en postemporada.
Si son capaces de escapar de las lesiones que tanto los mermaron la temporada pasada, se ven buenas cosas para este equipo. 10 victorias no están fuera de su alcance.
CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP CLAP.
gran análisis y con harta dosis de objetividad.
#huntingthe6th
Totalmente de acuerdo.