¿Eres un verdadero fan de tu equipo?

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Desde los más apasionados hasta los momentáneos, pasando por los que se suben al tren por moda y los clásicos ‘villamelones’. Tú ¿Eres un verdadero fan de tu equipo? Esta es una breve disertación sobre el tema que aplica para un seguidor de cualquier franquicia y, extrapolado, de cualquier cosa.

Demasiadas señales han habido las últimas dos semanas en mi vida para llevarme a escribir estas líneas; tanto offline como online me he encontrado con opiniones, posturas y comentarios que rondan el tema de los “verdaderos fans” (termino entrecomillado para citar, no para ironizar).

Este tipo de discusiones suceden regularmente cuando un equipo pasa por un mal momento. Aquí surgen las posturas en los extremos; por un lado están los que indican que es mejor abandonar la esperanza en el corto plazo y tocar fondo para buscar un cambio de raíz, y por el otro los que afirma que mientras haya probabilidad matemática, por ínfima que ésta sea, no se debe perder la esperanza, e incluso si la probabilidad dejara de existir, de cualquier manera el apoyo debería permanecer intacto.

Cuando escucho/leo la última postura es cuando me vienen preguntas a la mente me obligo a regresar a lo básico para comenzar a tratar de hacer sentido, por tanto me pregunto ¿Qué es un fan?

La expresión es en realidad un apócope de la palabra anglosajona fanatic que literalmente traducida al español es fanático, palabra que según la Real Academia Española nos indica que se trata de un adjetivo para describir a alguien que actúa con fanatismo, es decir, con apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente religiosas o políticas. Yo agregaría… y deportivas. A fin de cuentas dice la sabiduría popular que dichos son los tres temas en los que es prácticamente imposible estar de acuerdo.

Entonces, otra pregunta: ¿Un “verdadero fan”  es el que pierde objetividad, el que sin importar las evidentes fallas, mantiene intacto su nivel de entusiasmo por la causa?

Tengo que hacer una analogía para continuar haciendo sentido. Si nuestro hermano diabético constantemente – digamos cada fin de semana – comiera y bebiera como romano en bacanal, como un ser cercano y que lo ama, estaríamos en un error si no le señalamos su actitud destructiva y le dejamos claro que estamos en desacuerdo con ella. Nuestro amor por él no nos puede convertir en seres permisivos que solapen, por omisión, negligencia o desconocimiento, algo que a todas luces está mal; ni qué decir del hecho de acompañarlo a las comilonas y embriagarnos con él, eso sería tanto como fomentarlo. El señalar lo malo y tomar distancia no significa que lo abandonemos a su suerte. Enfermo o no, se trata de nuestro hermano y nunca dejaremos de amarlo.

¿Entonces por qué cuando hay señales que en ocasiones son muy claras sobre la disfuncionalidad de nuestro equipo debemos mantener el entusiasmo inmune? ¿No sería nuestra obligación como seres que aman al equipo, por lo menos hacer notar nuestro desacuerdo?

Esto no significa cambiar nuestra preferencia, ni hacer manifestaciones públicas, ni nada demasiado radical. El simple pronunciamiento del desacuerdo, el tomar distancia y bajar nuestra euforia son mensajes lo suficientemente claros. Gane o pierda, se trata de nuestro equipo y nunca dejaremos de amarlo.

Una vez que tomamos esta postura, no faltará el que nos señale con términos como villamelón, pseudoaficionado, seguidor de ocasión y un largo etcétera; afirmando también que entonces cuando el equipo tenga buenos resultados uno no podrá festejar, sentirse bien y ser parte de la euforia colectiva.

Creo que hay que distinguir. Si después del señalamiento, nuestro hermano antes citado cambia su estilo de vida por uno más sano, aunque no se deba exclusivamente a mi denuncia, y su estado de salud mejora considerablemente ¿Ya no puedo estar con él disfrutando de su salud?

O bien, si mi entusiasmo por el equipo disminuye y expreso mi desacuerdo con la forma en que operan y tiempo después esta tendencia se revierte, aunque no sea sólo por mi postura ¿Ya no puedo celebrar los buenos tiempos?

A pesar de que la pasión es inherente al deporte – sin importar cuál – no me siento cómodo al pensar que como personas no podemos ser críticos, que debamos de cerrar los ojos y movernos guiados exclusivamente por la pasión.

Por eso el término aficionado me parece más atinado. De nuevo recurriendo a la misma fuente que antes, este término significa que se es miembro de un conjunto de personas vivamente interesadas por un espectáculo o partidarias de una figura o grupo que lo protagoniza.

Los invito a no perder su capacidad crítica, a no convertirse en fanáticos, sino a estar, como lo indica ésta última definición vivamente interesados. Para esto es de vital importancia estar bien informados, siendo bien la palabra clave en dicha oración. Hay que evitar a toda costa repetir, con palabras más o menos, lo que dicen los medios, el guiarnos sólo por el encabezado de una nota, hay que cuestionar la validez de la información, verificar la fuente de donde ésta proviene y en términos prácticos, ir más allá del RT automático en Twitter.

Es claro que vivimos en una era donde la información nos ha hecho vivir segundo a segundo lo que en ocasiones nos hace sentir que no podemos darnos el lujo de pasar por todo el proceso que señalo en el párrafo anterior, sin embargo, creo que debido a la naturaleza y tono de este texto, si en este punto todavía tengo su atención es porque tienen la capacidad de lograrlo. Inténtenlo.

Le deseo suerte a sus equipos esta semana…a menos que se trate de los Buccaneers.

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Oscar Amador
9 años de su publicación

Muy acertada la reflexión.

Raul Ramos
9 años de su publicación

no hay que perder la cabeza,hay que disfrutar el juego,a todos nos gusta que nuestro equipo gane,pero el 99% de las veces uno gana y el otro pierde,y no debemos amargarnos,uno solo es campeon,y no por eso todos los demas fracasan,ademas no olvidemos que la NFL tiene sus detalles.pero eso es lo que hay.

Arturo Jara
9 años de su publicación

Primero que nada… ¡Aplausos!
Ahora, yo creo estar en el medio. Me gusta aplaudir y emocionarme con mi equipo perl también señalar las fallas y saber cuando algo no está bien. Pero creo que me inclino un poco más hacia el lado del aficionado que nonpuerde la esperanza del repunte. Como lonpuse un idea, y siendo fan de Dallas… llámame ingenuo pero ahorita matemáticamente NO estamos eliminados… hay fallas SI, hay cosas que mejorar SI (y creo que pronto mejorarán) hay cosas que criticar SI… pero no por eso se entra a la actitud de "adiós temporada", creo yo.
Hay que exigirle al equipo SI, pero sin llegar al extremo de "voy a quemar mis jerseys" y mucho menos al "villamelonismo", del cual he visto muchos, de decir "ya estoy harto de mi equipo me voy a cambiar"
Me gusta tu punto de analizar, leer y compartir con responsabilidad la info que hay afuera.
Saludos Luis y WIN LOSE OR TIE COWBOY TILL I DIE !!

Gil RS
9 años de su publicación

Fuerza Bucs! jaja

Ricardo Elorza
9 años de su publicación

Completamente de acuerdo. Una cosa es ser fanático, y otra muy distinta el famosísimo "homerism", donde uno simplemente se ciega ante la realidad y trata de ver algo que no más no está ahí. Creo que lo único necesario para ser un verdadero fanático es estar ahí en las buenas y en las malas, y no andar considerando el escape de "cambiarse de equipo" o "yo le voy al que gane".

Por siempre fanático de los Rams, aunque nada más jueguen con mis sentimientos.

BenJi Valdivia
9 años de su publicación

#KeepPounding

Salvador Lugo
9 años de su publicación

HTTR! Aunque exista Snyder

El Buen Uri
9 años de su publicación

Como todo en la vida, hay que tener un equilibrio…aunque ese equilibrio sea aguantar 9 años perdedores para disfrutar tres temporadas de playoffs :3 #Panthernation #Keeppounding

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