Los Cowboys cortan a Dez Bryant ¿Qué sigue?

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Tras un drama que comenzó muy pronto en el Offseason, los Dallas Cowboys finalmente cortaron al receptor Dez Bryant tras una breve reunión que hace un par de días se confirmó que sucedería hoy, viernes 13 de abril.

El tema del futuro del receptor estrella ha sido el foco del Offseason del Equipo de la Estrella Solitaria principalmente debido a que el salario base de Bryant estaba programado para ser de $12.5 milliones de dólares para esta temporada y tener un impacto en el tope salarial de $16.5 millones, esto ante una evidente baja en la producción y en el terreno de juego por parte de Dez.

Mientras podemos debatir a qué se debió dicha baja en su nivel de juego, pudiéndonos inclinar a favor de los que indican que sus habilidades están en decadencia o hacia los que señalan que la ofensiva en general cambió su enfoque y estilo de juego hacia uno más conservador, o por una combinación de ambas, el hecho es que el receptor y ano forma parte del equipo y con este movimiento, el equipo libera $8 millones de dólares de espacio en el tope salarial de inmediato, ya que no lo designaron como corte posterior al 1 de junio, lo que les da un poco de margen de maniobra.

Con esto los Cowboys se convierten en el segundo equipo con mayor monto de dinero muerto en para la temporada 2018 con un total de $22.8 millones, de los cuales $16.9 son atribuibles a sólo dos jugadores; Tony Romo ($8.9M) y Dez Bryant ($8M).

Aunque puede costar trabajo asimilar que esto ya es una realidad, las señales de la salida de Bryant del equipo eran claras desde varias semanas atrás. Primero vimos que el equipo persiguió, sin éxito, a Sammy Watkins en la Agencia Libre, sin embargo los Chiefs acabaron quedándose con sus servicios con un contrato que implica un promedio de $16 millones de dólares al año (muy similar a lo que pagarían Dez).

Más tarde, el equipo contrató no sólo a Deonte Thompson sino también a Allen Hurns, movimientos que combinados con la salida de Brice Butler, dejaron claro que lo que se buscaban era un cambio integral en el cuerpo de receptores. Hoy los nombres que este cuadro presenta son: Terrance Williams, Allen Hurns, Cole Beasley, Ryan Switzer, Deonte Thompson, Noah Brown, K.D. Connor y Lance Lenior.

…poco inspirador, por decir lo menos.

Si nos remitimos a la historia reciente encontramos otra señal que predecía la salida del más reciente #88 de los Cowboys. Hace unos años vimos que en el Offseason el equipo dejó en libertad a DeMarcus Ware, uno de los iconos recientes de la franquicia, sin siquiera ofrecerle la opción de tomar una reducción de paga, algo que se rumora fue similar con Bryant. Sin ir más lejos, el Offseason pasado, la incertidumbre fue muy parecida con respecto al futuro del QB Tony Romo, otro de los jugadores más emblemáticos de la franquicia, quien fue orillado al retiro por la situación que el equipo vivía.

En resumen, en sólo cinco años los Cowboys el equipo se despidió de su líder histórico en sacks (Ware), su líder histórico en un la mayoría de las categorías de la posición de QB (Romo) y su líder histórico en recepciones de touchdown (Bryant). Más recientemente, tan sólo en 2014 el equipo creía tener una nueva reencarnación de “The Triplets” en Romo – Bryant – DeMarco Murray, de los cuales ya ninguno está en el roster.

¿Qué sigue para Dez Bryant?

No cabe duda que el receptor no tomó nada bien la situación y sus reacciones han sido claras. Primero vino el reporte de Mickey Spagnola, insider de los Cowboys desde hace largos años, que indicó que Bryant salió anunciando su posible destino:

 

“Dez salión diciendo, los veré dos veces al año…”

Luego una serie de tweets directamente de su cuenta – donde por cierto afirma ser “Cowboy for life” – dieron evidencia de su molestia:

 


“Cowboy nation, necesito que sepan que esto no fue mi decisión…Siempre los amaré… por siempre Dallas en mi corazón.”

 


“Si no tenía agudeza la tengo ahora… Lo siento porque tendrán que sentirme, esto es personal…es muy personal.”

Queda claro que buscará regresar al AT&T Stadium tarde o temprano (de preferencia para él, lo más pronto posible) para enfrentar a su ex equipo, sin embargo deberá ser cuidadoso de a dónde va, ya que necesita a un equipo en el que se conjunten tres factores: necesidad en la posición, espacio en el tope salarial y un QB dispuesto a arriesgar.

Los primeras dos características son manejables, pero la tercera es clave, ya que Dez es un receptor cuya mejor característica es pelear pases 50-50 y esto implica que necesita un QB que jale el gatillo en esas situaciones, que esté dispuesto a buscarlo en el back-shoulder fade, que ponga el balón en ventanas pequeñas en la secundaria y al fondo de la zona de anotación. Con un QB así Dez puede hacer su magia y veremos a muchos sorprendidos porque “todavía lo tiene”.

¿Qué sigue para los Cowboys?

La voltereta al roster parece más evidente ahora que nunca, todo bajo la filosofía de hacer de este un equipo más “Dak friendly” como ellos mismo dicen, enfocado en el poder de su línea ofensiva, las habilidades del RB Ezekiel Elliott y con receptores que puedan complementar el juego terrestre. Es claro que el equipo tiene su apuesta puesta en Prescott, por lo menos en el inmediato plazo.

Si de por sí había consideraciones de tomar un receptor temprano en el Draft, ahora la necesidad es evidente, por lo que en las primeras dos rondas algún jugador será tomado para intentar tapar ese hueco. Nombres como Courtland Sutton, D.J. Moore y Calvin Ridley son los primeros que vienen a la mente.

Jerry Jones realizó una declaración oficial sobre el movimiento:

 


No podemos dejar de preguntarnos si es que los Cowboys es un mejor equipo sin Dez Bryant que con él en el roster. Desde el punto de vista del que escribe estas líneas, no lo es.

Con un staff de coacheo conservador a morir, que no saca provecho de los recursos que tiene a la mano, con un QB que parece tenerle aversión a arriesgar y lanzar pases de más de 15 yardas – que además está en un año en el que será juzgado para vivir como el futuro del equipo o morir en el intento – y sin un claro receptor número 1, la afirmación de “en el mejor interés de la organización” es muy cuestionable, por lo menos en el corto plazo.

El tiempo nos dirá si fue lo correcto en el largo plazo.

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