Los Vikings perdieron este domingo ante los Bills. Su defensive end Everson Griffen no estuvo presente en el partido, ya que debido a una lesión en la rodilla, se le había descartado para el encuentro desde el viernes. Pero ni si quiera estuvo presente en el estadio, lo cual fue cuestionado tras la derrota, a lo cual Mike Zimmer sólo respondió que se trataba de “un problema personal”.
Después de investigaciones de la prensa y reportes policiales, la verdad empieza a salir al público. Everson Griffen estuvo envuelto en un incidente en un hotel en Minneapolis el sábado, al parecer el jugador amenazó a empleados con dispararles con un arma si no le abrían su cuarto en el hotel. El reporte policial tenía el nombre de la persona tachado, pero varias fuentes confirmaron que se trataba de Griffen.
La policía no encontró ningún arma en el lugar, y los empleados en un momento se movieron hacia la oficina del hotel mientras Griffen gritaba en el lobby del lugar. Otra versión confirma que Griffen tuvo algún tipo de colapso mental y que el jugador está en el hospital desde el lunes.
El jugador de 30 años firmó la pretemporada pasada un contrato por 4 años y $58 millones de dólares; NFL Network reportó que el Pro Bowler parece que ha estado batallando con un problema mental muy serio en las últimas semanas y a pesar de que ha podido jugar, claramente este fin de semana las cosas se salieron de control.
Por supuesto que estas noticias no caen bien a la franquicia, que hoy están con marca 1-1-1 en segundo lugar de la división. Tras una derrota muy dolorosa y sorpresiva, Griffen no jugará este jueves por la noche ante los Rams, y les hará mucha falta
