¿Cuál es el arma más poderosa de la ofensiva de los Patriots?
Comienza la semana del Super Bowl LIII y toda nuestra atención está puesta en los equipos participantes. En esta ocasión nos enfocaremos en el arma más poderosa de la ofensiva de los Patriots.
Parece que la respuesta es obvia: todos tienen en la mente a Tom Brady, quarterback veterano con cinco anillos de Super Bowl y considerado por muchos como el mejor en la historia. Me gustaría decir que sí, es el arma más importante de esta ofensiva, pero vamos a ver un panorama más amplio.
Bill Belichick y Josh McDaniels han tratado de quitarle bastante peso al juego aéreo porque bien saben que eso equivale a un Brady menos cansado a estas alturas de la temporada. Rob Gronkowski no tuvo un gran año al registrar 682 yardas por recepción y anotar en tres ocasiones, empatando la peor marca de touchdowns en su carrera (jugando cinco juegos más que en 2016). Julian Edelman fue el mejor receptor del equipo, pero tampoco rebasó las 1 000 yardas al quedarse en las 850 por recepción. Nadie puede negar la importancia que tiene Edelman en esta ofensiva, pero todos los Coordinadores Defensivos saben del peligro que representa.
Entonces, la forma de darle un respiro a Tom Terrific fue instalando un mejor taque terrestre, desde el cual pudieran tener control del juego y del reloj. Por ello recurrieron a uno de los mejores prospectos de running back del pasado Draft NFL.
Sony Michel fue un elemento importante en el esquema ofensivo esta temporada y ello no hubiera sido posible sin un buen trabajo de la línea ofensiva. Michel demostró ser peligroso en cada ocasión en la que recibía el balón y, de no ser por las lesiones que le hicieron perder tres juegos en la temporada regular, estaríamos hablando de un RB de más de 1 000 yardas por tierra, algo que los Patriots no tenían desde LeGarrette Blount en 2016 ( no hace mucho, cuando ganaron el Super Bowl LI ante los Falcons).
Sin embargo, Michel es un jugador que pocas ocasiones recibe un pase. En 2018, Brady le lanzó el balón en 11 ocasiones para terminar con siete recepciones y 50 yardas por vía aérea. Para ponerlo en perspectiva, de los 570 intentos de pase de Brady en el año, el 1.93 % fueron dirigidos a Sony. No podemos hablar de “el arma ofensiva más peligrosa”, por muy bien que lo haya conseguido por tierra.
¿Entonces, con quién nos deja esta historia? Muy por debajo del radar aparece quien ha sido el factor x de esta ofensiva tanto en el juego terrestre como en el juego aéreo. Incluso para muchos de los rivales, quienes suelen prepararse para presionar a Brady o detener el juego terrestre, incluso enfocarse en que Edelman o Gronk no les hagan mucho daño.
Ese jugador ofensivo que desde hace algunas temporadas suele pasar inadvertido pero resulta ser efectivo en momentos críticos es James White.
¿Recuerdan su actuación en el Super Bowl LI? Bien pudo ser nombrado el MVP de aquel encuentro, pero los honores se los llevó Brady. En 2018, White fue objetivo de pase en 123 ocasiones, en 87 recepciones consiguió 751 yardas para anotar siete touchdowns (líder del equipo). Por tierra apenas rebasó las 400 yardas, pero su promedio de yardas por acarreo fue el mismo que el de Michel: 4.5 yardas. Y en cuanto a anotaciones por vía terrestre se refiere, se quedó uno atrás del novato, con cinco.
Los Patriots deben poner a White en la mejor posición para sacar ventaja de las coberturas (tal como acostumbran), esto es, colocándolo frente a los linebackers de los Rams. Sabemos que esta área defensiva de Los Angeles no es su punto fuerte, por lo que White debe tener mucha ventaja en esos duelos. Aún así, las cosas no serán fáciles porque Wade Phillips, coordinador defensivo del campeón de la NFC, conoce bien a los Pats y seguramente implementará una forma de que White represente el menor daño para obligar a Brady a mantener mayor tiempo el balón y eventualmente arriesgarlo.
No pierdan de vista a James White, quien podría dar un juego similar al de hace dos años.