¿Es Tom Brady el mejor quarterback de la historia de la NFL?
La discusión sobre si es Tom Brady el mejor quarterback de la historia de la NFL es cada vez más frecuente. Y cada vez que Patriots juegan otro Super Bowl la respuesta se acerca a ser afirmativa. Aunque hay quienes no creen que sus logros merezcan dicha etiqueta y que comparado con quarterbacks de otra época, de aquellos llamados leyendas, pudiera no estar ni cerca. Lo cierto es que el número 12 de New England genera discusión cada vez que se pone este tema sobre la mesa.
Pero antes de entrar de lleno, comencemos por mencionar qué características se requieren para ser considerado como un quarterback de la NFL.
Características físicas
Muchos scouts en la NFL coinciden en que el mínimo necesario para ser considerado un buen prospecto para la posición de quarterback es medir 6’2’’ (cerca del 1.88 metros) con un peso de 220 libras (casi 100 kilogramos), sin embargo no es una regla que aplique siempre. En la actualidad tenemos casos en los que no cumplen con esta talla y peso y son de los mejores, como Drew Brees o Russell Wilson. Digamos que se puede ser bueno sin llegar a estos estándares.
Lo que físicamente es mucho más importante es la fuerza de brazo y el tamaño de la mano. Un quarterback debe de mostrar velocidad en sus lanzamientos lo que suele ser una de las mejores cualidades que se busca porque es indispensable poner el balón entre defensivos cada vez más rápidos. Claro que impresiona más un pase largo al estilo Patrick Mahomes pero la mayor cantidad de envíos durante un juego no son así, son hasta de 15 yardas.
Por otro lado, la mano del jugador debe ser capaz de tomar con fuerza el ovoide y retenerlo en caso de recibir un golpe además de poder hacer engaños de pase sin la preocupación de que se le salga de la mano, algo parecido a lo que consigue hacer Ben Roethlisberger.
Y por último, aunque no es estrictamente necesario, contar con buenas piernas para escapar de la presión. Al menos es lo que la NFL actual está buscando en las nuevas generaciones.
Habilidades
Un buen quarterback debe tener ciertas habilidades como precisión al lanzar, buena mecánica de pase, amplia visión del terreno de juego, presencia en la bolsa de protección e incluso mostrarse con buena anticipación al momento de intentar los pases. La mayoría de estas habilidades pueden ser entrenadas y con un trabajo constante se podrían mejorar, aunque hay un par que parecen ser de nacimiento.
La primera de las habilidades natas es poder colocar el balón en el lugar y momento correctos. Uno de los mejores ejemplos es Joe Montana, quien tenía un brazo que podía lanzar pases justo al lugar donde se necesitaba. Se dice que esta habilidad “se tiene o no se tiene” y es casi imposible entrenarla.
La segunda me parece que es la visión del terreno de juego aunque eventualmente se podrían corregir algunos errores. Mi punto es que cuando un quarterback llega a la NFL, los entrenadores no se detienen en las bases ni entrenan las habilidades sino que se enfocan en la estrategia. Es por eso que algunos quarterbacks suelen buscar ayuda externa durante el offseason. ¿Recuerdan a Tim Tebow? El tipo no pudo nunca corregir su mecánica ni su precisión y así se diluyó su carrera.
Intangibles
Los famosos intangibles de un quarterback que en ocasiones cuesta trabajo evaluar… ¿qué diablos son?
Todo esto recae en el liderazgo que tiene el quarterback y la forma de guiar a su equipo, no sólo a la ofensiva, para salir adelante a pesar de las situaciones complicadas. Un ejemplo de ello es John Elway quien no podría haber hecho ningún regreso en el último cuarto si no es que sus compañeros de equipo creyeran en él. Este quarterback supo motivar al equipo y hacerlos creer en que siempre había la posibilidad de obtener la victoria aunque la situación fuese muy complicada o casi imposible ante los ojos de los espectadores.
Hoy en día muchos quarterbacks consiguen importantes regresos en los juegos usando sus cualidades físicas y habilidades, pero ayudados del liderazgo. Pero hay quien carece de ello (y me viene a la mente Jay Cutler).
¿Entonces?
Después de dar un recorrido de las cualidades de la posición, Tom Brady es un quarterback que cuenta con la mayoría de ellas y ha sabido utilizarlas para llevar a su equipo a estar, año tras año, contendiendo por el título. Desde que llegó a ganar su primer Super Bowl hasta hoy, este quarterback ha sido considerado en los primeros lugares de su generación. Ha tenido que competir por el puesto como el mejor de la NFL con Peyton Manning, Aaron Rodgers, y Drew Brees, pero siempre se mantiene ahí, al nivel en que todos aspiran estar.
No ha sido el quarterback de los grandes números (aunque ha roto récords), pero permanece a sus 41 años en donde la gran mayoría quisiera estar, que es obteniendo victorias de playoffs y ganando anillos de Super Bowl.
Ahora, la comparación con leyendas de otros tiempos, de otras generaciones, suele ser de lo más complicado. La evolución de la NFL ha sido, es y será constante, y la forma de jugar este deporte no es la misma que en los tiempos de Otto Graham o de Johnny Unitas, ni siquiera la de Joe Montana, John Elway, Dan Marino, Brett Favre o Troy Aikman por mencionar algunos. Los QB de hoy deben enfrentarse contra defensivos mejor preparados físicamente, con mayor velocidad que hace 30 o 40 años. También es cierto que en la actualidad se protege mucho a los quarterbacks –cayendo incluso en una exageración– pero la regla es para todos y no veo que otros jueguen al mismo nivel que Brady por ello.
De lo que no tengo duda es que Brady aprovechó su oportunidad al llegar a la titularidad como nadie más y son indudables su calidad, liderazgo y forma de jugar. Estoy seguro de que si nos preguntaran si quisiéramos un jugador para nuestro equipo favorito que te diera la posibilidad de llegar a nueve Super Bowls (ganando la mayoría de ellos), jugando a un gran nivel de competencia más allá de los 40 años y dominando año con año, la respuesta de todos sería “Sí”.
¿Es Tom Brady el mejor quarterback de la historia de la NFL?
Más allá de la polémica en la que se ha visto envuelto por temas de trampa, responderé al estilo de la investigación sobre el Deflategate:
“Es más probable que sí a que no”.