Odio a Tom Brady, y eso está bien
No tiene nada de malo odiar a Tom Brady. El tipo es una maldita leyenda viviente de este deporte. En todo caso, lo que está mal es que nuestro discurso de antipatía no esté a su nivel, que nos quedemos en las banalidades del deporte o los errores humanos de algunos oficiales. Brady merece algo mejor.
Lo necesitamos, todos lo necesitamos. Tal vez no lo entendamos y nuestro amor por el equipo al que apoyamos nos ciega un poco, pero para él, ser mejor que todos lo que lo hace el mejor. Y el resto de los jugadores de la NFL necesitan de su guía para llegar a lugares donde antes era impensado ir. ¿Ganar más de cuatro Super Bowls? ¿Jugar a nivel de élite más allá de los 40 años? ¿Ser el G.O.A.T. viniendo de la sexta ronda del Draft? Todas esas cosas eran impensables hasta que llegó Tom Terrific.
En toda su carrera le ha ganado a mi equipo, los Bills de Buffalo, 30 veces de 33 encuentros. Lo he odiado de todas las maneras posibles; lo odié cuando nos aplastó con cinco TD, lo hice más cuando nos sacó un partido que ganamos 24-13 con dos minutos por jugar. Pero lo cierto es que pocas veces tuve un domingo tan feliz como cuando lo derrotamos 34-31 gracias a la magia de Ryan Fitzpatrick. Ganarle a los Patriots sin Brady es como tomarte una cerveza sin alcohol.
¿Cuántos no disfrutamos las contadas veces que se puede ver así a Tom Brady?:
Foto por Getty Images
¿Cuál sería la máxima aspiración de Patrick Mahomes, Baker Mayfield o Jared Goff si no existiera un tipo como Brady? ¿Igualar a Montana? Eso sólo hablaría de que, como seres humanos, nuestro techo llegó en la década de los ochenta jugando este deporte. Brady ha puesto el listón más alto y tal vez lo vayamos a odiar por eso, pero por lo menos yo no puedo esperar a que llegue el siguiente G.O.A.T. que le quite todos sus récords.
¿Es un tramposo? A regañadientes y se defendió hasta donde pudo, pero pagó su condena por lo del Deflategate. ¿Ganó por esa razón ante los Colts? Claro que no. ¿Los oficiales lo ayudan? En todo caso, ese no es problema suyo.
Querido Tom: odio casi todo de ti. Odio cuando avientas el balón antes de que alguien te haga un sack, odio que salgas corriendo y a pesar de tu torpeza atlética consigas el primero y diez. Me irrita sobremanera que le reclames a los árbitros airadamente luego de que recibes el golpe de un defensivo. No soporto que ganes tanto, ni qué decir de cuando encuentras diferentes formas de ganarnos.
Te odio, y estoy bien con eso.