5 observaciones sobre la victoria de los Cowboys sobre los Eagles
Los Cowbys se llevaron la segunda victoria de la temporada 20-10 para ponerse al frente de la NFC East, frente a un equipo de Philadelphia Eagles que sigue sin conocer la victoria y que por el momento se encuentra al fondo de la división.
Aquí hay 5 observaciones que saltaron a primera vista durante el encuentro:
1. Un partido ultra accidentado
Tres fumbles y dos pases interceptados entre los dos equipos son sólo el número que no refleja del todo la historia. Greg Cosell, siempre dice que cada estadística lleva una historia en sí misma y no debemos fijarnos sólo en el número. Haciéndole honor a eso, destaca que dos de los tres fumbles, uno de cada equipo, se dieron en jugadas consecutivas; la primera de las dos intercepciones mató las intenciones de Philadelphia de acercarse en el marcador cuando el partido todavía parecía muy manejable a pesar de ir abajo en el marcador y la segunda de ellas extinguió prácticamente por completo toda esperanza de regresar al partido.
Los castigos no se hicieron esperar en ningún momento, tampoco una patada de despeje bloqueada regresada hasta touchdown y para cerrar con broche de oro, los Cowboys perdieron a su QB titular, Tony Romo, en una jugada en la que además perdieron el balón y disminuyeron fuertemente, por lo menos a nivel perceptivo y de talento, sus posibilidades de contender al título.
En fin, este partido tuvo jugadas de esas que cambian el rumbo de los encuentros, pero de a montón, normalmente vemos una o cuando mucho dos por cada 60 minutos, pero esta vez, hubo tantas que a si confiamos en la memoria seguro se nos escapará alguna.
2. La defensiva puede mantener a flote a los Cowboys
Resulta irónico pensar que un equipo que en la temporada 2014 se basó completamente en lo que pudo generar al ataque, este año, sin sus tres principales playmakers, tengan que voltear al otro lado del balón en busca de una esperanza para mantener a la escuadra a flote.
Afortunadamente para los de la Estrella Solitaria, su defensiva ha jugado a muy buen nivel. Tras dos partidos, han permitido un promedio de 53 yardas por tierra (la mejor de la liga) y 204.5 yardas por aire (la décima mejor de la línea).
Llama la atención el nivel de castigo que jugadores como el safety JJ Willcox reparten a los rivales, además de que el LB Sean Lee y el DE DeMarcus Lawrence han mostrado una capacidad increíble para volar hacia donde está el portador del balón.
Y esto se podría poner mejor para el equipo, ya que de momento no cuentan con tres jugadores que podrían aportar muchísimo al cuadro como el lesionado DE Randy Gregory y los suspendidos; LB Rolando McClain y DE Greg Hardy.
Si el cuadro defensivo de los Cowboys logra mantener el curso para que el equipo no salga de la pelea de Playoffs, en la segunda mitad de la temporada, cuando todos sus elementos estén de vuelta, el equipo podría ser de temer.
3. La ofensiva de Philadelphia simplemente está desarticulada
A los Head Coaches se les juzga en retrospectiva de forma binaria, parafraseando a Brian Billick: si las cosas funcionan eres un genio, pero si no eres el idiota del pueblo.
Tras un offseason atrevido y con un equipo con récord de 0-2, Chip Kelly es más fácilmente calificable, ante los ojos de muchos, con la segunda parte de esa afirmación.
Tener un backfield poblado por el Jugador Ofensivo del Año en 2014 en DeMarco Murray, Ryan Matthews y Darren Sproles para sólo conseguir siete yardas por tierra en este partido, es francamente inaceptable. Sobre todo cuando tienes una serie ofensiva que está dentro de la yarda 5 del rival y buscas lanzar el balón.
Philadelphia tuvo 11 terceras oportunidades y sólo convirtió dos de ellas en primer down, el up-tempo de su ataque no se vio para nada efectivo y Sam Bradford tomó decisiones muy cuestionables con el balón además de tener constantemente presión cerca de él.
No hay duda de que este ataque seguirá siendo caso de estudio y seguirá bajo la lupa de los analistas, así que para modificar la percepción de “el idiota del pueblo” Kelly tiene que realizar ajustes pronto.
4. Fletcher Cox es la peor pesadilla de la OL de los Cowboys
Tan buena como es la línea ofensiva de los Cowboys, hay algunos jugadores que han probado ser su criptonita; el ejemplo perfecto es Fletcher Cox.
El Tackle Defensivo parece no poder ser bloqueado por el centro de la ofensiva de Dallas, ni el C Travis Frederick, ni los OGs Zack Martin y Makenzy Bernadeau, pudieron contener al #91, quien constantemente estuvo en el backfield de los Cowboys, ya sea rompiendo acarreos de los corredores o presionando al quarterback.
Lo que llama la atención es que en ocasiones no esto no se nota en sus números, es decir no es un jugador que acumula sacks o tackleadas al por mayor, pero como se dice frecuentemente “disrupción es producción” y Cox es constantemente disruptivo.
5. El festival de pañuelos amarillos
En cierto punto del partido, parecía que cada jugada que pasaba veíamos un pedazo de tela amarilla volar y aterrizar cerca de de jugada.
Entre los dos equipos acumularon 26 castigos para 202 yardas, 18 de ellos de los Cowboys, un récord de la franquicia en un solo partido.
Lo más importante más allá de los números, nuevamente, es lo que estos castigos produjeron (o hicieron que se dejara de producir) y los momentos en los que vinieron. Constantemente los castigos mataron/mantuvieron vivos drives importantes, colocaron a sus equipos en posiciones difíciles, además de que hicieron el partido mucho más difícil de ver.