La larga historia de los Chicago Bears tiene muchos nombres importantes, sin embargo la franquicia ha tenido problemas para recordar el cómo ganar, el cómo formar buenos equipos en las últimas décadas, a pesar de algunas temporadas positivas, el campeonato se ha escapado desde hace ya más de 30 años.
El ver ganar a los Patriots, Steelers, por nombrar algunos, pero sobre todo a Green Bay, primero con Brett Favre y ahora con Aaron Rodgers, hace que las heridas de esta sequía se sientan más profundas, en especial tras la temporada 2014, donde Marc Trestman logró mostrarnos a la peor defensiva en la historia de la franquicia y más aún cuando en este momento el equipo carece de una figura con quien como fanático podamos sentirnos seguros: un Brian Urlacher, un Mike Singletary, o un Mike Ditka, es decir, un referente.
Es por estas razones que la muerte de Buddy Ryan duele, fue una de las piezas fundamentales para que los Bears lograran esa gran temporada y hacerse con el Super Bowl XX. Una temporada que aunque no la presencié, los recuerdos de la misma los tengo, los añoro y los aprecio. Su famosa defensiva 46 es un icono de la franquicia, algo que siempre se recuerda y se celebra, algo por lo que un fanático se siente orgulloso siempre. Concuerdo con lo que dijo Mike Ditka, el que fuera head coach de los Bears en el 85, “Los Bears del 85 ganaron por la gran defensiva y el gran trabajo defensivo que Buddy Ryan realizó. Punto final”. Estas palabras cobran mucho más valor si recordamos los problemas que existían entre ambos personajes durante y una feliz finalizada la temporada de 1985.
Es un día triste para el deporte en general, pero imagina como fanático de los Cowboys el día que Emmit Smith muera, o como seguidor de los Steelers, cuando se anuncie la muerte de Bill Cowher o Dick Lebeau, lo mismo cuando, siendo seguidor de los Broncos, John Elway fallezca. Quizás uno no llora, pero siente una tristeza diferente, extraña, la misma que sentí cuando se fue Walter Peyton.
La última vez que lo vi fue durante la felicitación en la Casa Blanca por haber ganado el Super Bowl, hace ya 5 años de eso, no sucedió hace 30 años debido a que el transbordador Challenger explotó y el país no estaba de muy buen humor. Me dio mucho gusto verlo, junto con sus jugadores, o al menos varios de ellos e incluso en compañía de Ditka. Que bueno que logró realizar el viaje a Washington a pesar de su edad.
Sólo me queda agradecerle al coach estos recuerdos, y darle un sentido adiós a Buddy Ryan, un nombre que está plasmado en los anales de la historia de los Chicago Bears.
