Por Miguel Ángel Esses @f_escopeta
Ahora que tanto se habla de la posibilidad de que los Steelers cambien a Le’Veon Bell es un buen momento para recordar uno de los cambios más grandes en la historia de la liga: cuando los Dallas Cowboys mandaron al RB Herschel Walker a los Minnesota Vikings.
Herschel Walker: la estrella que llegó a Dallas
La historia de Herschel Walker es bastante interesante, ya que fue RB de la universidad de Georgia y tuvo una carrera colegial muy destacada: en tres años con los Bulldogs ganó 5 259 yardas terrestres (con un promedio de 5.3 yardas por acarreos) y anotó 49 touchdowns. Los tres años estuvo nominado al Trofeo Heisman, quedando entre los tres primeros lugares de la votación todos esos años y finalmente ganando el premio en 1982, su último en la universidad.
En 1983 Walker se unió a los New Jersey Generals de la USFL, y en sus tres años con el equipo sumó 5 562 yardas y 54 touchdowns por tierra, imponiendo la marca para más yardas por tierra en una temporada profesional, al sumar 2411 en 1985.
En 1986 Walker pasó a la NFL, llegando a los Dallas Cowboys, que lo habían seleccionado en la quinta ronda del Draft de 1985, y para 1988 era la pieza más importante en Dallas. En aquel año de 1988 sumó 1 514 yardas por tierra y otras 505 por recepción, esto jugando en seis posiciones diferentes (running back, fullback, tight end, H-back, WR slot y WR flanker).
El trade que lo cambió todo
En 1989 Jimmy Johnson, coach de los Cowboys, llegó a una decisión: su equipo tenía muchos problemas y la única manera de solucionarlos era cambiando a su mejor jugador por una buena compensación para poder construir un equipo ganador. Y fue así como, después de una caminata con varios miembros de su staff, llegó a la decisión: Herschel Walker tenía que ser cambiado.
Los interesados no faltaron. Los Giants fueron de los primeros equipos en expresar interés, pero Dallas no los consideró por ser rivales divisionales. Los Atlanta Falcons también quisieron hacer el cambio pero se retiraron por las demandas salariales de Walker. Eventualmente, los Browns surgieron como el equipo más interesado, ya que llegaron a ofrecer dos selecciones de primera ronda y tres de segunda ronda.
La oferta de los Browns ya era de por sí muy buena, pero Jimmy Johnson decidió jugar una última carta: ofrecer a Walker directamente a los Vikings, haciéndoles saber que estaba a punto de tomar la oferta de Cleveland. Mike Lynn, el gerente general de los Vikings en esa época, tomó la decisión de rebasar la oferta de los Browns y cerrar el acuerdo por lo que consideraba era la “pieza faltante” para que su equipo ganara el Super Bowl.
Así fue como se cerró el acuerdo: Dallas mandaría a Herschel Walker y tres selecciones de Draft (tercera y décima ronda de 1990 más una de tercera ronda de 1991) a cambio de cinco jugadores, tres selecciones de draft y otras cinco selecciones de draft condicionales.
¿Qué recibieron los Cowboys?
Dallas se llenó de jugadores y picks de Draft con ese cambio. Los cinco jugadores fueron el RB Darrin Nelson, el CB Issiac Holt, el DE Alex Stewart y los LB Jesse Solomon y David Howard. Además recibieron las selecciones de primera, segunda y sexta ronda de los Vikings en el Draft de 1990 y otras cinco selecciones, las cuales estaban condicionadas a que los jugadores enviados fueran dados de baja: si Dallas cortaba a Solomon recibirían la selección de primer round de los Vikings en 1991; si era Howard, la selección de segunda ronda de 1991; si cortaban a Holt, la primera ronda de 1992; en el caso de Nelson sería de segunda ronda en 1992 y con Stewart sería de tercera ronda, también en 1992.
Curiosamente, Darrin Nelson se negó a reportar con los Cowboys, por lo que el equipo acordó mandarlo a los Chargers a cambio de una selección de quinta ronda en el Draft de 1990. Esa selección fue para los Vikings, ya que tuvieron que ceder su selección de segunda ronda de 1992 porque Nelson nunca jugó en Dallas.
Posteriormente, Jimmy Johnson dio de baja a Alex Stewart (obteniendo así la selección de tercera ronda de 1992 de los Vikings) y después informó a sus coaches asistentes que Solomon, Howard y Holt no serían alineados por los Cowboys para obtener las selecciones de Draft en su lugar.
El impacto del cambio en la historia de los Cowboys
El haber tomado todas esas selecciones le dio mucha flexibilidad a Johnson para moverse en el Draft. Varias de esas selecciones fueron usadas para subir posiciones y tomar jugadores que, consideraba, le servirían.
Recordando que en 1989 habían tomado al QB Troy Aikman con la primera selección global y que ya tenían a Michael Irvin en el róster, los Cowboys usaron los picks de los Vikings para moverse del puesto 21 al 17 y tomar a su corredor: Emmitt Smith, procedente de la universidad de Florida.
En 1991 usaron la selección de primera ronda de los Vikings para subir al primer puesto global del Draft y tomar al DT Russell Maryland. Como parte de ese acuerdo recibieron dos selecciones más, mismas que se convirtieron en el CB Kevin Smith y el safety Darren Woodson.
Así, a fin de cuentas los Cowboys obtuvieron varios jugadores que les dieron profundidad y cuatro titulares: Emmitt Smith, Russel Maryland, Kevin Smith y Darren Woodson. Ellos, junto con otros elementos que ya había llegado a Dallas (como Aikman e Irvin) fueron clave para que los Cowboys consiguieran tres títulos de Super Bowl en la década de los noventa.
Emmith Smith (22) contra los Buffalo Bills.
¿Qué pueden aprender los Steelers de esto?
Pittsburgh podría usar esta lección para pensar a futuro y obtener alguna compensación favorable por Le’Veon Bell, misma que podría darles la oportunidad de reforzar otras áreas de su róster. Vamos, en esencia es lo que Jon Gruden pensó al momento de mandar a Khalil Mack a los Raiders: conseguir más piezas para el futuro. Para Dallas fue una gran idea; falta ver si los Raiders lo pueden replicar y si los Steelers se animan a pensar en esa posibilidad.
NOTA: Además de colaborar en Primero y Diez, Miguel Ángel Esses tiene su propio blog dedicado a la NFL llamado “Formación Escopeta”. Puedes leerlo haciendo click aquí.
