El futuro era brillante para los Bears al terminar en el tercer lugar de la Conferencia Nacional, pero en los playoffs terminó rápido su participación, de una manera triste y decepcionante, quedando a unos centímetros con el field goal (desviado) de Cody Parkey.
El 2018 de Chicago
Las expectativas no eran altas para este equipo después de comenzar una era de la mano de Matt Nagy como su nuevo Head Coach y de la mano de un quarterback de segundo año como Mitch Trubisky. Además, ya se había hecho una costumbre ponerlos fuera de la discusión por el título divisional con unos Vikings que venían de quedarse a un juego del Super Bowl y los acostumbrados Packers de Aaron Rodgers.
Pero el inesperado movimiento al inicio de la temporada adquiriendo a Khalil Mack de los Raiders los puso en el radar. Si bien el primer juego en donde perdieron con un gran regreso del lesionado Aaron Rodgers nos hizo creer que no habría mucha diferencia con respecto a otros años, comenzaron a ganar juegos que antes les eran complicados.
Tras un inicio 3-3, terminaron el año con 9 victorias en las últimas 10 semanas de temporada regular y su defensiva fue una de las claves para lograrlo. Mack fue un peligro para el quarterback rival en todo momento y el resto de esta unidad se encargargó de hacer pagar caro los errores de los contrarios, incluso con puntos.
La ofensiva no se quedó atrás. Trubisky se vio seguro desde la bolsa y mostró que también podría ser peligroso con sus piernas. Sus wide receivers fueron confiables, el par de running backs Jordan Howard y Tarik Cohen fueron eficientes y todo gracias a la buena estrategia de Matt Nagy quien debería tener consideraciones para el Coach del Año.
Finalmente son un equipo joven que tuvo que pagar el precio de la inexperiencia en la Ronda de Wildcard ante los Eagles pero gracias a ellos, la división NFC North dejó de ser predecible.
El futuro inmediato
Como ya lo mencioné, es un equipo joven y pocas piezas clave serían agentes libres. Uno de los linieros ofensivos que está en esta situación y que ha sido titular desde que llegó al equipo en 2016 es Bobby Massie. Si bien es un jugador de 30 años, me parece que aún puede aportar un par de años a un buen nivel.
Otro jugador que deberían retener es Adrian Amos, quien terminó en tercer lugar en tackleadas del equipo, después del novato Roquan Smith y el veterano Danny Trevathan. Amos, a sus 26 años, vivió la transformación de esta defensiva desde 2015 y conoce bien el sistema, aunque eso es un tema crítico en este momento para los Bears.
El reto de los Bears
Quien hasta hace unos días fungía como coordinador defensivo de Chicago firmó con los Broncos para el puesto de Head Coach, lo que los deja con un gran hueco. Vic Fangio transformó la cara de esta defensiva e incluso regresó parte de la identidad histórica de la franquicia. Tener una gran defensiva es una prioridad para este equipo año con año y ahora deberán buscar darle continuidad al trabajo de Fangio.
Para ello comienzan a mencionarse los nombres para ocupar el puesto. Uno de ellos aunque parece lógico es Ed Donatell quien ocupaba el puesto de entrenador de la defensiva secundaria. Su unidad fue la mejor de la liga pero al irse Fangio y no tener contrato vigente, también se menciona como candidato al mismo puesto en Denver.
Otro de los entrenadores que ya estaban en el equipo que podría ser el siguiente coordinador defensivo es Jay Rodgers quien era el entrenador de la línea defensiva. Su trabajo también es destacado y, con lo aprendido de Fangio, podría ser una transición natural.
De los candidatos externos sonaba Todd Bowles aunque parece que se reunirá con Bruce Arians en Tampa Bay. Steve Wilks también es otra opción y aunque muchos no les guste, también está Vance Joseph como opción.
Eso sí, quien llegue deberá al menos mantener el nivel de la defensiva, que fue clave del éxito en 2018. Sus rivales no se cruzarán de brazos para la siguiente temporada.
