¿Quién gana con el nuevo contrato de Russell Wilson?

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Los Seahawks tenían hasta el 15 de abril para llegar a un acuerdo de extensión de contrato con su QB en una fecha impuesta por el mismo Wilson. Entonces la pregunta lógica es: ¿Quién gana con la decisión de darle 140 millones por 4 años a Russell Wilson?

¿Cómo llegamos a esto?

Hace unos meses el QB de los Seahawks dejó ver que quería un nuevo contrato durante este offseason, esto para evitar jugar en el último año de su acuerdo actual sin más garantías. De inicio él puso como fecha límite el 15 de abril, que es el inicio de las actividades de offseason en Seattle, bajo la promesa de que de no darse algo él seguiría adelante con su trabajo pero no aceptaría ninguna oferta hasta el próximo offseason, cuando estuviera en posición de volverse agente libre.

Muchos pensaron que la fecha límite de Russell Wilson era solamente para poner presión, pero resultó que no era así: el jugador estaba muy claro en su postura y lo dejo ver, sobre todo cuando comenzaron a filtrarse rumores de que él no firmaría con los Seahawks la próxima temporada y que buscaría irse a otro lado para el 2020. De hecho había rumores que apuntaban a un posible cambio a los New York Giants, lo que incrementó la presión.

Primero que nada hay que decir algo: Wilson se merece un premio por aplicar la presión más efectiva en la historia de la NFL. Él logró en cuestión de semanas lo que otros jugadores han tardado años en conseguir: un mega contrato que lo vuelve el mejor pagado de la liga y con números sumamente favorables para él.

¿Qué consiguió Russell Wilson?

El acuerdo de inicio es sumamente lucrativo: cuatro años y 140 millones de dólares, 65 millones por firmar y 107 millones garantizados. Eso habla de un promedio de 35 millones anuales, cifra nunca antes vista en la liga, y que de paso vuelve a este jugador en el primero en rebasar la cifra de los 30 millones de salario por año.

Obviamente hay que hacer algunas observaciones: primero que nada, al ser una extensión, ese dinero se suma a lo que Wilson tenía pendiente, que es la temporada 2019. En ese caso el contrato completo queda como uno de cinco años y 157 millones de dólares, por lo que su promedio anual “baja” a 31.4 millones por temporada. Eso siguen siendo dos millones por arriba del salario de Aaron Rodgers, el hasta ayer mejor pagado de la NFL.

Y, como decíamos, lo consiguió sin tener que tomar el camino de Kirk Cousins: recibir dos designaciones de jugador franquicia, jugar esos dos años y luego hacer imposible que el equipo lo retuviera con una tercera designación. Wilson podría haberlo hecho, pero entonces esto hubiera tomado hasta el 2022. Russell Wilson puso presión ahora y dejó en claro que él no iba a ser tan paciente como Cousins, rompiendo la posible estrategia de los Seahawks, que al final cedieron.

¿Quién gana?

De inicio vamos a ser optimistas y diremos que ambas partes ganan con este acuerdo. Los Seahawks tienen a su QB estrella por cinco temporadas más y por ahora no tienen que preocuparse por él, mientras que Wilson puede jugar con la tranquilidad de que una lesión no pondría en riesgo su futuro.

Y aquí viene lo realmente interesante: los grandes ganadores de todo esto son los demás quarterbacks de la liga. Jugadores como Patrick Mahomes o Jared Goff, que pronto saldrán de su contrato de novatos. Ellos van a poder utilizar lo que Wilson hizo para ejercer presión sobre sus equipos, y ya vieron que se puede apresurar el proceso, lo que también juega a su favor.

Porque sí, Russell Wilson está muy contento ahora con sus 31 millones anuales por cinco temporadas, pero vamos a imaginarnos cómo será el salario de Patrick Mahomes en un par de años, cuando esos 31 millones sean considerados la base de las negociaciones.

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