El Lado Oscuro de la Fantasía
Por El Stan
El Fantasy Football es una de las tantas maneras que se les permite a los fanáticos estar más inmersos en este “deporte de las tacleadas”. Este fenómeno lúdico existe desde hace casi 50 años, pero en épocas recientes, debido a su disponibilidad y accesibilidad en línea por diversas páginas, la cantidad de seguidores ha crecido considerablemente, y año con año estos se reúnen con amigos, familiares, compañeros de trabajo y en algunas ocasiones con completos extraños para formar parte de estas ligas que nos permiten tomar control absoluto sobre nuestros equipos, dándonos esa visión de ser “General Manager” (de ahí el término Fantasy). En lo personal, tengo casi 15 años jugándolas aunque de manera seria tan sólo cinco de ellos (y contando…)
La intención del FF (Abreviaremos para mejor uso) es mejorar la experiencia del aficionado durante la temporada haciéndola más integral, pero como en toda creación del ser humano, siempre existirán elementos negativos que saldrán a flote cuando se deja de percibir la verdadera naturaleza del evento. ¿Cuál es en este caso? Esto es solamente un juego.
Y como juego, el FF genera camaradería y convivencia, pero también competitividad y es un hecho que al encender ese estímulo hacia el conflicto, todos tenemos, de manera imperativa, la necesidad de ganar. No podemos negarlo: es un hecho que siempre existirá ese deseo de ser superior a nuestros rivales por muy cercanos que seamos a ellos. Esta percepción nos lleva a que la competencia sana llegue a un estado patológico, el vicio, los aspectos escabrosos del FF.
Existen varios videos promocionales “haciendo parodia” de personas (ambos sexos) que faltan a sus bodas, bautizos, reuniones laborales y otro tanto de eventos importantes, porque sus Ligas FF están llevando a cabo su draft. Esto aunque parezca broma, es una situación real y no exagerada, donde el jugador pierde sentido de la responsabilidad a tal grado que ha llevado a muchas familias y amistades a finalizar la relación. Es peor cuando se ve envuelto el dinero, ya que genera una adicción importante, como cualquier juego de azar. La gente se pierde en estadísticas, tendencias, análisis, etc. y olvida sus prioridades como parte de un grupo o una familia.
Otros aspectos que han manchado la reputación del FF, han sido la pérdida de identidad hacia el equipo al que se es aficionado o la perspectiva hacia el juego mismo. Ya no se trata de ver a Broncos vs. Raiders como esa rivalidad agresiva, sino de ver a Willis McGahee vs Darren McFadden, para ver cuántos puntos me dan durante el juego y, de paso, estar en el Smartphone checando estadísticas del resto de tus jugadores, mientras te pierdes el juego como tal. Ya no se trata del evento de obtener los puntos sino del marcador en sí. –
-¿Viste la atrapada de Calvin Johnson?
– No, pero es genial que me haya dado 28 puntos en mi liga fantasy.
Puedes odiar a los Cowboys, pero objetivamente, Tony Romo es una buena selección en la posición de QB para un equipo FF. ¿Estarías dispuesto a apoyar a tu odiado rival con tal de que tu equipo de FF ganara? O un caso más complicado. Si eres fan de los 49ers pero en tu Fantasy tienes a Marshawn Lynch… ¿Qué harás cuando Seattle anote con él en los dos partidos que juegan por año? ¿Apoyarías a Marshawn Lynch durante toda una temporada? Muchos dicen “Ojalá mi QB haga 30 puntos pero que mi equipo gane” A menos que sean partidos con marcadores 45 -40, es difícil que esto pase.
Pasando a otro término, también los jugadores sienten que la perspectiva hacia ellos ha cambiado. Son vistos como máquinas de puntos en vez de atletas o héroes. Arian Foster comentaba el año pasado que recibía una gran cantidad de twitts de aficionados deseándole que se mejorara pronto “porque él había sido la primera selección de su fantasy draft”. Jamaal Charles comentó que recibía mensajes desde el sitio de Kansas City reclamándole el haberse lesionado “porque había arruinado la temporada Fantasy”. Peyton Manning es otro caso donde los aficionados Colts lo felicitaban por sus actuaciones porque aunque perdiesen el partido, Manning les había dado gran cantidad de puntos a sus ligas. Muchos coaches como Mike Shanahan recibían llamadas de familiares y amigos pidiendo datos sobre qué cambios de jugadores tenía planeados para el siguiente juego. Todos los ejemplos anteriores nos muestra cómo podemos llegar a perder la perspectiva de nuestra auténtica pasión, la verdadera razón por la que empezamos a admirar a estos atletas: El juego en sí.
Siempre debemos considerar esto como lo que es: un entretenimiento o actividad complementaria para integrarnos con otros fanáticos y compartir la pasión y experiencias que sólo el Football nos puede dar. ¿Debe existir competitividad? ¡Claro! Pero que no se base en los puntos que haga un jugador, sino en todo lo que rodean las rivalidades y las emociones. ¿Qué sería de la NFL si un fan de los Giants apoyara a Tony Romo por su liga fantasy? ¿Debe celebrarse al ganador? Por supuesto. No es fácil ganar una de estas ligas. Pero al final, debe quedar claro que muchas veces la suerte juega un papel importante y jamás debe darse importancia a la fantasía por sobre la realidad que todos conocemos: Nos gusta el football y debemos desfrutarlo como el gran deporte que es.
Excelente artículo Stan,
Es un gran punto de vista del FF. Como toda actividad, la adicción es mala y más si nos hace perder el foco de nuestra pasión. Es cierto que el FF le ha ayudado muchísimo a la NFL a consolidad su popularidad, pero yo trato de jugar con ciertas reglas, como por ejemplo, nunca draftear jugadores de equipos con los que estoy abiertamente en contra (Broncos, Raiders, Peyton Manning…). Al final del día, si tu equipo tiene una mala temporada, de lo poco que te sirve de consuelo es ganar tu liga de FF.
Saludos y esperamos más entregas tan buenas como esta